Tuesday, November 01, 2005

Compartiendo Valparaíso con mi amor




























Recorriendo Valparaíso, un domingo de primavera.







¿Qué mejor que disfrutar un domingo con la persona
amada?

Valparaíso, nos regaló una tarde hermosa e inolvidable.

Cuando Valparaíso nos descubre su vida interna
































Cuando Valparaíso es reconocido como ciudad patrimonial y lo visitan extranjeros o chilenos de otras ciudades del país, la ciudad se llena de caminantes que procuran capturar las mejores imágenes de la ciudad. Salir a caminar un domingo soleado, tal como lo hacen los turistas, me permitió descubrir algunas imágenes que vale la pena rescatar.

Valparaíso, Plaza Aníbal Pinto, cuando cae la noche.
Muestra Cuerpos Pintados en Plaza Sotomayor.
Mosaico en flores con la figura del Padre Hurtado.

Desde la avenida Altamirano, remodelada
















Se ha recuperado un hermoso espacio para caminar, disfrutando una vista espléndida de la ciudad. Pese a ser un día nuboso, pudimos con Pablo tomar estas fotos desde ese lugar.

Torpederas de mi ensueño, Valparaíso de mi amor




Torpederas es una antigua playa porteña, donde de niño aprendí a nadar; donde se escuchaba a los Beatles; desde donde salía el camino al Cementerio Nº 3 de Playa Ancha.
Rodeada otrora de quintas de recreo, era escala obligada de los quitapenas.

Hoy está en remodelación, con un ancho bandejón peatonal y ciclovía.
En medio de un barrio universitario, Torpederas mantiene el aire popular que inmortalizó la canción "la perla del Pacífico".

Un recorrido cotidiano, lleno de magia...



Saliendo desde la Plazuela Ecuador el microbus E2 sube por enpinadas callejuelas y luego, cuando ya no puede seguir ascendiendo, recula, da media vuelta en una bocacalle y desciende por el mismo camino, convirtiéndose en un verdadero ascensor urbano, con la diferencia de dejar a cada vecino en las puertas de su casa. El recorrido completo tarda 15 minutos y es atendido por tres buses que van tomando y dejando sus pasajeros durante todo el día. La relación con el barrio es tal, que muchas personas encargan el pan o el diario de la tarde a los choferes, ellos compran en el pan y lo dejan a la pasada a la vecina que espera.

Subí hoy con deseos de mostrar este recorrido y sus vistas de una ciudad que tiene mil facetas.

Abro este blog un primero de Noviembre



Quizás por haber caminado esta mañana con mi hijo menor y haber ido a saludar a nuestros padres y abuelos al cementerio, se me ocurrió que dar un grito de vida, era poder apreciar la belleza natural de mi ciudad. Por eso quise comenzar a desplegar en este espacio algunas miradas que reflejaran diferentes situaciones de una ciudad viva.
No porque haya sido declarada Patrimonio de la Humanidad, sino porque los que aquí vivimos sentimos un sentido de trascendencia especial, que nos hace estar siempre proyectados al mundo, pero manteniendo un ancla permanente a nuestro puerto, sus cerros y su gente.

CEMENTERIOS

Nunca me gustó

ir a los cementerios

Cuando lo hacía

la vida rebasaba mis ojos

Se prendía a la piel pálida

de las mujeres de negro

en encabritado deseo

que hasta juzgué sacrílego

Me horrorizaba

el campo de lápidas

y la flor agonizando

Siempre quise salir ligero

Prenderme al viento

y soñar frenético

con dos viudas dolidas

Sí,

nunca me gustó ir a los cementerios

Pero eran escala obligada

de las quintas de recreo

Cuando suene la sirena de mi turno

-voy a quejarme por anticipado-

mo se les ocurra archivarme

en un frío ambiente de soltero

No me torturen

con el agua mustia

que dejará vuestro olvido

Ahórrense la visita formal

los primeros de noviembre

Déjenme zarpar sereno

hasta el litoral del limbo

Déjenme recalar sin prisa

allí donde me envíe

el gran portero

www.poetahnv.blogspot.com